Ya seas principiante, estudiante o artista en activo, eliges calidad y por tanto, pintas con la pintura Van Gogh, para que puedas centrarte en tu propia creatividad y el proceso pictórico. Gracias a sus vívidos e intensos colores, puedes hacer lo que te plazca. Tu inspiración determina tu rumbo y la pintura es tu instrumento.

El acrílico Van Gogh está elaborado con pigmentos de alta calidad, de acuerdo con los estándares holandeses y puede usarse pura o diluida con agua: una vez seca, es resistente al agua. Por su corto tiempo de secado, es fácil aplicar con rapidez una capa sobre otra. Esta pintura pastosa tiene una gran carga de pigmentos para lograr unos colores fuertes e intensos, para trabajar al pincel o con la espátula.

Su óleo de gran pastosidad proporciona un excelente poder colorante, un alto nivel de pigmentación para lograr colores intensos, y un grado uniforme de brillo y densidad. Fácil de mezclar y aplicar.

Sus acuarelas ofrecen colores brillantes, transparentes e intensos con gran poder colorante. La mayor parte de los colores están clasificados con el mayor grado de resistencia a la luz, +++ (más de 100 años en condiciones de museo), y algunos otros están clasificados en la categoría siguiente, ++ (25-100 años en condiciones de museo). Gracias a su pureza y su viscosidad uniforme, es fácil mezclar estas acuarelas y trabajar con ellas.

Los tonos pastel de Van Gogh tiene colores puros y brillantes en pasteles suaves, delgados y redondos para quienes buscan un nivel de calidad. Son ideales para usar sus bordes para trabajar los detalles y los laterales para cubrir áreas más amplias. Compuestos con pigmentos de alta calidad y caolín, para conseguir una formulación con fácil transferencia de color y una apariencia aterciopelada, y hechos para que sea más difícil que se desmenuce. Los pigmentos no contienen metales pesados: ni plomo, ni cadmio ni cobalto. Funcionan muy bien sobre soportes con textura superficial que pueda ofrecer agarre al pastel, como papel, cartón, piedra, asfalto o madera.